El error puede mostrarte otras realidades

¿Existe el error? ó ¿Sólo son muestras de posibles realidades que aún no nos permitimos ver?

En el libro Free Play: la improvisación en la vida y el arte hay un capítulo entero dedicado a los errores. “El poder de los errores” se llama, y comienza hablando sobre un error que ocurre en la naturaleza al que yo nunca había visto como tal. Te copio el texto:

“Todos sabemos cómo se hacen las perlas. Cuando accidentalmente entra un poco de arenisca entre las valvas de una ostra, la ostra la enquista, y segrega cantidades de un mucus espeso, suave, que se endurece en capa sobre capa microscópica sobre la irritación extraña hasta que se convierte en un objeto bello, perfectamente suave, redondo, duro y brillante. De esta manera la ostra transforma la arenisca y así misma en algo nuevo, transformando la intrusión del error o de lo foráneo hasta hacerlo formar parte de su sistema, completando la gestalt según su propia naturaleza de ostra”

Lo que más me gustó de este texto es ver a el error como oportunidad de transformación. No sólo la transformación del error en sí hacia algo nuevo, sino la transformación de aquel que está cometiendo el error. Lo cual tiene mucho sentido.

Seguime en esta línea de pensamiento. Suponte que querés crear una pieza de cerámica, tenés todos los materiales, hiciste la forma de una taza, pero por alguna razón el asa se parte debido a que realizaste demasiada presión intentando borrar una imperfección. Ese exceso de presión es ahora la fuente de error. La transformación de ese error sería la oportunidad de, con lo ocurrido, crear un nuevo modelo de taza, por ejemplo con el asa hasta la mitad o transformarla en un lapicero y así generar un objeto con un uso diferente.

Pero también existe la posibilidad en la cual intentás de mil modos arreglar la pieza, te frustrás y dejás todo para ir a ver una serie en Netflix o para ir a patalear a la cama. Todo eso también existe en el universo de posibilidades, no siempre es fácil ver al error como oportunidad de transformación.

Lo más importante es que para que puedas convertirte en artífice de la transformación de ese error, tiene que existir esa posibilidad de transformación dentro tuyo. Por lo menos la transformación de permitirte ver a esa taza como algo diferente en sí y no como parte de lo ya conocido o de lo que ya haz creado alguna vez.

Esa transformación interna viene de la invitación a soltar el control y a lo ya conocido, para pasar a tener la permeabilidad de ver desde una nueva perspectiva eso que el error trae para vos. Pero por sobre todo, soltar la expectativa.

En ciencia solemos ver al error como una violación de la expectativa, cuando lo predicho no se condice con lo que ocurre en la realidad. De hecho, hay señales específicas que gatilla nuestro cerebro cada vez que algo no se da como estaba pronosticado. Lo predicho es en base siempre a información previa. El error está viniendo entonces a mostrarte que existe otra realidad posible. Pero para poder aceptar esa realidad, primero tiene que tener la posibilidad de crecer dentro de tus creencias.

Esto es una gran práctica en sí, cada vez que ocurra un “error” date la oportunidad de crear una ventana de tiempo de transición, en la cual tus creencias e info previa se combinan con lo incierto y nuevo que trae el error. En esa ventana de tiempo transformate por un ratito en observador. O sea, no juzgues, observá lo que hay.

Permitite ver al error como un pequeño atisbo de información de algo que tiene la potencialidad de existir pero que no conocías y, por sobre todo, como una oportunidad de transformarte vos para ver una nueva realidad posible.

Este artículo pertenece al envío de mi newsletter lunar de creatividad de Marzo 2020 “El error como medicina”. Podés ver el envío completo aquí. Y también podés suscribirte aquí a la newsletter para recibirla en cada luna nueva.