¿Hacemos desodorante natural?

El camino hacia el desodorante natural comenzó gracias a una compra realizada por mi novio en un viaje. Habíamos encontrado en un super un desodorante natural sin perfume y le resultó copado probarlo. El tema fue que le gustó muchísimo y resultó tan efectivo que me dijo: “si pudieras replicarlo sería genial!” Challenge accepted! (desafío aceptado) le contesté.

Lo único malo de este desodorante era que venía en envase plástico, tema que se iba a solucionar si lo hacíamos en casa. Al analizar los ingredientes vi que no tenía ningún componente que no se pudiera conseguir. Sin embargo, en vez de ponerme a buscar recetas fui a la fuente de información más confiable que conozco de cosmética natural, Duba de @mividabotanica.

Eso sí, existe un extraño fenómeno en mí, no puedo evitar hacer cambios en las recetas una vez que entiendo cómo funcionan. Yo te cambio la receta hasta de hacer pochoclos!!! Así que acá te paso la receta original y te cuento que cambios y pruebas fui haciendo yo.

Receta de Duba para 100g (en la que me baso)

Manteca de Karité 35g

Aceite de coco 18g

Manteca de cacao 5g

Bicarbonato de sodio 28g

Almidón de maíz 14g

Opcional: 10–20 gotas de aceite esencial

Si bien el bicarbonato de sodio es un componente natural esto no significa que no pueda ser irritante si se usa de más. Esto se debe a que es muy alcalino y su pH se aleja bastante del de la piel. Buscando info encontré varios testimonios de personas que dejaban el desodorante natural por esta razón como así también que el bicarbonato oscurece las axilas. Por lo tanto, para evitar posibles irritaciones y manchas, la primera vez quise probar reemplazando el bicarbonato de sodio por arcilla caolín. La arcilla caolín es antibacterial (lo que causa el mal olor son los productos de desecho de la actividad bacteriana), además de que es un excelente adsorbente.

Sin embargo, este cambio no tuvo un resultado satisfactorio, con arcilla en vez de bicarbonato la fórmula no funcionaba como desodorante, casi que era como no tener puesto nada. Obvio que va a depender de cada biología, pero recordemos que mi desafío era replicar la efectividad del desodorante que habíamos comprado.

Evidentemente necesitaba del bicarbonato para lograr el efecto desodorante, su función es neutralizar los ácidos grasos producidos por la degradación bacteriana y responsables del mal olor e inactivar a las bacterias debido a su alcalinidad, por lo tanto decidí incorporarlo pero en la siguiente proporción: en la recta original se usan 28g de bicarbonato de sodio, lo que hice yo fue reemplazar la mitad del bicarbonato por arcilla caolín.

Otra de las cosas que no me había gustado del primer intento era que había quedado poco firme y con textura muy aceitosa. Así que decidí que en mi próximo intento agregaría cera. Como no utilizo cera de abejas, por amor a las abejas, mi opción es siempre la cera de carnaúba que se obtiene de las hojas de la palma Copernicia prunifera.

En la receta original Duba recomienda agregar 5g de cera de abejas, pero como la cera de carnaúba tiene mayor punto de fusión y es más rígida se usa la mitad, yo fuí más conservadora y usé un poco menos aún.

La receta con las modificaciones finales queda entonces de la siguiente manera:

Para 50g, que es la receta que te muestro en el video:

Manteca de Karité 17g

Aceite de coco 8.5g

Manteca de cacao 2.4g

Cera de carnauba 2g

Arcilla caolín 6.7g

Bicarbonato de sodio 6.7g

Almidón de maíz 6.7g

Esta receta así fue todo un éxito!! Y pude replicar la efectividad del desodorante inspirador. Como el original era sin perfume, decidimos mantenerlo así. La verdad que no necesitamos que tenga un aroma. Pero en el caso de que quieras agregar aceites esenciales son 5 a 10 gotas para 50g de desodorante. Probá primero la receta sin aceites esenciales, ya que si sos muy sensible y te produce irritación no vas a saber si es por los aceites esenciales o por el bicarbonato por ejemplo.

Incluir la cera de carnaúba fue clave, no sólo porque hizo la formulación más firme sino porque evita que se sienta aceitoso, facilita el uso y aplicación. No te preocupes que esta cera no es comedogénica (no obstruye los poros).

Te aconsejo realizar la mitad de la receta como para probar la fórmula.

¿Y qué aportan los otros ingredientes?

El aceite de coco es antibacteriano, hidratante y antiinflamatorio. Te aconsejo utilizar el virgen y si es posible orgánico.

La manteca de karité humecta y suaviza la piel a la vez que aporta cremosidad a la preparación.

La manteca de cacao le da consistencia a la preparación, es humectante y protege la piel.

El almidón de maíz absorbe la humedad. Me recomendaron también utilizar fécula de mandioca que se consigue orgánica, aún no probé esta alternativa.

Recomendaciones

• Utilizá poquita cantidad
• Manipulá el contenido con las manos limpias
• Como las mantecas, cera y aceite tenés que derretirlas a baño María evitá que el agua de hervor entre a la preparación para evitar contaminación y proliferación por hongos y bacterias, fíjate que la formulación no lleva agua.
• Se conserva muy bien por 6 meses

Ahora…

¿Qué ventajas tiene frente al desodorante convencional?

• Hacer tu propio desodorante te permite ante todo conocerte a vos y poder darte lo que necesitás.
• Evitás la generación de residuos plásticos. No vas a tener que comprar un nuevo recipiente cada vez que se te acaba el desodorante. Si utilizás un recipiente de plástico lo vas a poder reutilizar las veces que quieras.
• Todos los ingredientes son biodegradables, lo que significa que sus ingredientes pueden descomponerse en elementos químicos naturales por la acción de agentes biológicos. Algunos desodorantes y antitranspirantes convencionales contienen siliconas que son polímeros creados en laboratorio, no son ni naturales ni biodegradables.
• Esta formulación no es antitranspirante, por lo tanto no ocluye los poros. La sudoración va a seguir sucediendo igual, pero no vas a tener olor desagradable porque lo que hace esta formulación es disminuir la actividad de degradación de las bacterias y que sus residuos se neutralicen, evitando así el mal olor.
• No contiene ingredientes a base de aluminio, ingredientes comúnmente utilizados en antitranspirantes, que reducen la sudoración causando la obstrucción de las glándulas sudoríparas.
• No contiene alcohol ni fragancias sintéticas que puedan favorecer alergias e irritaciones.
• No contiene conservantes, algunos desodorantes convencionales pueden tener parabenos, un compuesto que fue encontrado intacto dentro del organismo. Si bien hasta hoy no hay evidencias científicas que señalen a los parabenos como cancerígenos, se recomienda disminuir su uso.

¿El desodorante natural es para todos?

Siempre va a depender de la biología de cada uno. Si ves que no te es suficiente siempre podés agregar la cantidad completa de bicarbonato (reemplazá la arcilla caolín por bicarbonato).

Si te produce irritación suspendé su uso. Como así también si sentís algo raro o diferente en tus axilas. No tiene período de adaptación ni de desintoxicación por haber usado otros desodorantes, así que cualquier reacción adversa es tu piel diciéndote que no le gusta.

Donde comprar los insumos…

Para comprar las ceras, mantecas y arcilla te recomiendo que busques en Mercadolibre alguna química o lugar donde vendan productos de cosmética natural. El aceite, el almidón de maíz y el bicarbonato de sodio podés conseguirlos en dietéticas o supermercados.

¿Alguna vez te permitiste no usar desodorante?

Según una encuesta que hice en mi cuenta de Instagram el 87% está usando menos desodorante en cuarentena. Y no creo que estén todos apestando en sus casas. A veces lo usamos por convención y porque sí, pero quizás no lo necesites tan seguido o quizás te puedas permitir descansar del desodorante al menos el finde por ejemplo. Pensá que cada vez que usás desodorante (y ni hablar antitranspirante) estas cambiando la microbiota, los microorganismo que habitan en esa zona de tu piel. Aún no hay estudios sobre los efectos en nuestro cuerpo de la alteración de esta microbiota, pero sí se generan desbalances en la proporción de microorganismos. Si usás antitranspirante se da lugar a que aparezcan otras poblaciones de bacterias que no son las habituales.

¿Percibiste alguna vez que una axila olía peor que la otra?

Esto puede ocurrir y es puramente biológico. El sistema linfático es el encargado de controlar el tratamiento de las toxinas y es justamente su distribución asimétrica lo que estaría provocando que la axila izquierda huela más que la derecha a mismo nivel de higiene (ver foto). A veces puede pasar también que huela más la axila correspondiente a nuestra mano dominante debido a una mayor actividad con ella. En todo caso, ¿Puede ser entonces que el desodorante no resulte en la axila más rebelde? Puede ser, en ese caso quizás quieras aumentar la concentración de bicarbonato (no más del 28% de la receta) o probar con otra formulación.

En este video te muestro como realizar la receta del desodorante natural, ojalá te funcione y puedas incorporar este hábito sustentable.

Y si tenés ganas de sumar más hábitos sustentables te cuento que brindo periódicamente un taller para que aprendas a crear tu propio shampoo sólido. Un encuentro con mucha ciencia, naturaleza y sustentabilidad.

Abrazo,

Lu

Fuente científica:

Darbre PD, Aljarrah A, Miller WR, Coldham NG, Sauer MJ, Pope GS. Concentrations of parabens in human breast tumours .J Appl Toxicol. 2004 Jan-Feb;24(1):5–13.

Londono SC, Williams LB. Unraveling the antibacterial mode of action of a clay from the Colombian Amazon. Environ Geochem Health. 2016;38(2):363–379.

John henderson lamb. Sodium bicarbonate: an excellent deodorant. Tue journal of investigative dermatology. 1946.

Urban J, Fergus DJ, Savage AM, et al. The effect of habitual and experimental antiperspirant and deodorant product use on the armpit microbiome. PeerJ. 2016;4:e1605. Published 2016 Feb 2.

https://pubchem.ncbi.nlm.nih.gov/compound/Sodium-bicarbonate#section=EPA-Safer-Chemical

https://es.wikipedia.org/wiki/Sistema_linf%C3%A1tico Zirwas MJ, Moennich J. Antiperspirant and deodorant allergy: diagnosis and management. J Clin Aesthet Dermatol. 2008;1(3):38–43.

Originally published at https://www.conexionbylu.com on September 8, 2020.