Hacer sin propósito bloquea tus ideas
Una salida fácil ante la demanda de ser productivos
Estamos en un momento en el cual ser productivos es una demanda constante, y es ahí donde el hacer sin propósito puede volverse una salida fácil. Cuando digo “hacer sin propósito” me refiero a un hacer que a corto plazo logra satisfacer muy bien la necesidad de sentirnos productivos pero, que a la larga, termina bloqueando aquellas ideas que están asociadas al objetivo de nuestro proyecto.
Te doy un ejemplo de un hacer sin propósito. Imaginate que hace ya varios días que no publicás en Instagram. No sabés que foto subir, ni tenés nada nuevo para compartir. Sin embargo, sentís que si no realizás pronto una publicación, el algoritmo no le va a seguir mostrando a tus seguidores lo que compartís. Entonces, terminás publicando una frase que mucho no te convence, pero bueno ¿Algo es algo, no?
Este accionar, que en un principio puede parecer super inocente, se basa en una creencia que está por fuera del mundo de tu emprendimiento. Esta creencia externa es algo que no podés controlar y por lo tanto te lleva a conectar con un estado de ansiedad y no disfrute. Por ende, todo lo que vayas a crear desde ese estado estará guiado a satisfacer la creencia externa, dejando tus propias ideas de lado.
Cuando creamos en base a premisas externas, nuestras ideas van perdiendo poder. Y estas premisas externas pueden ser tanto el algoritmo de Instagram, como las comparaciones con otros emprendedores, la falta de confianza en nuestra propuesta o cuando seguimos recetas mágicas sólo porque le funcionaron a otros. Cuando accionás desde premisas parecidas a las anteriores, aquellas ideas que estaban ahí para poner en acción el propósito de tu proyecto quedan por debajo de un accionar automático y sin objetivo.
¿Qué ocurre entonces cuando creamos desde nuestras creencias internas?
Tus creencias son las que dan lugar a tu propósito y a los pilares de tu proyecto. Cuando estas creencias están bien afianzadas en vos, todo lo que creás pasa a estar teñido por tu propósito. Tu hacer sin propósito pasa a ser un hacer consiente, donde tu forma de expresarte o el objeto creado reflejan el mensaje que vos querés transmitir. Cuando creás desde un hacer consiente tus ideas cobran fuerza y son capaces de expresar toda su creatividad en función del cumplimiento de tus creencias. Tus mismas ideas te dan foco para que tu accionar sea coherente con tu mensaje. Ya dejás de crear desde la ansiedad y la inmediatez y pasás a crear desde un estado de disfrute y propósito.
Te dejo un tip para dejar de hacer sin propósito
Cuando te invada la ansiedad del hacer por hacer para sentirte productivo, te invito a parar un minuto para conectar con la creencia que dio origen a tu proyecto. No la pienses mucho, sentí que fue lo que te movió a crear tu emprendimiento. Preguntate ¿Qué es eso que siento hoy falta en el mundo y mi proyecto puede brindar?
Una vez que tengas esta sensación en mente y cuerpo, vas a poder ser capáz de transformar cualquier idea inicial sin propósito en una idea cuyo accionar te lleve a manifestar tu creencia.
Si este tema te convoca y te gustaría poder accionar con propósito teniendo plena conciencia de los estados desde los cuales estás creando, te cuento que este solsticio de invierno se viene un nuevo taller para acompañarte en este proceso.
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